Mi historia con Sri Lanka es, en muchos sentidos, una historia de amor a primera vista. Siempre había sido uno de mis destinos soñados, y hace dos años, después de una etapa un poco complicada en mi vida, viajé sola a aquel lugar, a la Perla del Índico. Lo que no imaginaba es lo que ese viaje supondría para mí.
Este país, con su entorno, su cultura, su filosofía de vida y, sobre todo, con su gente, me atrapó de tal manera que no puedo describir con palabras. Ocurrieron cosas increíblemente mágicas, y es que esta isla tiene una energía especial…
Tanto significó para mí, que tras un mes viajando por la isla, volví a España, y tres semanas más tarde de mi vuelta, dejé mi puesto de trabajo “estable” para poner un punto y aparte en mi vida y poner rumbo de nuevo a este país que me enamoró, me cautivó y me dio el empujón que necesitaba para apostar por lo que sentía en ese momento.